Ecuador, entre los destinos de venezolanos que huyen de crisis.

La inseguridad o la escasez de comida los motivó a buscar nuevos rumbos.
Con $ 350 y una maleta llegó Álvaro Peña, de 28 años, a Ecuador hace tres años desde Mérida, Venezuela, porque anticipó que “la cosa se iba a poner feo (en su país)”. Allá quedaron su hermana y su madre, quien necesita medicina de por vida y cada vez es más difícil conseguirla por la escasez.
“El inmigrante venezolano tiene un alto nivel de formación intelectual. Estudios que he visto señalan que más del 60% de la población por encima de 20 años tienen estudios universitarios y dentro de esa población hay un segmento muy alto que tiene estudios posuniversitarios. Tienen algún tipo de posgrado, un diplomado, maestría o doctorado”, refiere Márquez.

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